"...Ahora parece que la fiesta se acabó y empieza lo duro. Se puede decir
que la estrategia de Pedro Sánchez ha sido muy coherente con la
tradición del partido de Felipe González y con las posibilidades que
brindaba una realidad nada fácil de gobernar.
La fortaleza del
secretario general del PSOE ha sido no aceptar las propuestas de un
gobierno de concentración y unidad con el Partido Popular y polarizarse
con la derecha para impedir el triunfo de Podemos. Aquí aparece una
contradicción que ha gobernado y gobernará este interregno que nos encamina hacia nuevas elecciones.
Tanto el PP como el PSOE se oponen, desde su autonomía relativa, a las
directrices que vienen de los poderes económicos y que representa como
nadie Ciudadanos, su partido. Su propuesta es clara: todos contra
Podemos para asegurar la enésima restauración borbónica en nuestro país."
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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en 2014. / Álvaro Minguito |